Las tres grandes verdades
Existen tres grandes verdades o postulados; que fueron establecidos hace miles de años, en el antiguo Egipto, que hoy en día constituyen extraordinarias verdades; a tomar en cuenta por los Masones.
1.- El alma del hombre es inmortal y su porvenir es el destino de algo cuyo crecimiento y esplendor no tiene limites.
2.- El principio que da la vida mora en nosotros, es imperecedero y eternamente benéfico.
No se le ve ni se le oye, ni se le huele pero lo percibe el hombre anheloso de conocer.
3.- Cada hombre es su propio y absoluto legislador, el otorgador de su gloria o de sus tinieblas, el determinador de su vida, el que decreta su propio galardón o castigo.
Estas verdades, tan grandes como la vida misma, son tan sencillas como la más sencilla de las mentes humanas. Todo aprendizdeberá avanzar a la luz de ellas.
Los tres primeros grados de la Masonería representan esta gran búsqueda o pesquisa; de estas grandes verdades.
Progresivamente, el candidato recibe más luz; paso a paso, su ansia de conocimiento va siendo satisfecha; pasa del estado de ignorancia al del estudio, donde las artes y las ciencias le revelan sus secretos y dones.
Adquiere en su oficio la pericia que de él se espera; no obstante necesita algo más. Ha de graduarse para algo mejor y más elevado. Debe encontrar la Palabra Perdida; pasar por varias pruebas y probarse a sí mismo; para finalmente llegar a dominarse y convertirse en un adepto de la sabiduría y en un instructor de otros; pagándoles el salario que les es debido y guardando la Palabra que le ha sido comunicada, con su propia vida, si es necesario.
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