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¿Qué opina la Masonería sobre… [ponga aquí su tema favorito]?


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¿Qué opina la Masonería sobre… [ponga aquí su tema favorito]?

 

 

 

 

Autor: Orlando Sánchez Maroto/Fuente: Masonería Hoy

Respuesta ultracorta: la Masonería no tiene opinión como tal sobre casi nada

Es muy habitual y perfectamente lógico que cuando un profano conoce a un masón (y también puede ocurrir entre aprendices recién iniciados), de las primeras cosas que haga sea preguntarle por la posición de la Masonería en su conjunto sobre cualquier asunto, ya sea de actualidad, ya sea controvertido, ya sea al mismo tiempo controvertido y de actualidad.

Es una pregunta que inicialmente tiene mucho sentido, dado que las asociaciones de todo tipo que operan en la sociedad civil suelen tener unos fines sociales concretos, y que dichos fines suelen implicar que la asociación tenga una posición determinada y precisa sobre cuestiones de interés general. Pensemos en asociaciones de pacientes y su posición sobre la experimentación con células madre, o sobre asociaciones ecologistas y su posición sobre la energía nuclear, por poner dos ejemplos notorios.

Es obvio que, independientemente de la postura de los miembros sobre estas cuestiones, la asociación como tal tendrá su propia opinión al respecto, y es de esperar que, en realidad, la opinión de sus asociados sea bastante homogénea y alineada, de tal forma que la asociación pueda llevar a cabo sus fines de forma coordinada y eficaz.

Sin embargo, en esta cuestión la Masonería y sus instituciones son completamente diferentes al resto de asociaciones existentes (es más, casi podría decirse que es parte de su “marca de la casa”).

En primer lugar, la Masonería no tiene unos fines concretos. Ello no significa que la Masonería no tenga ninguna clase de fines, pero éstos son muy amplios y, además, la definición de los mismos no está fijada de forma categórica.  Oficialmente, cada institución masónica declara los suyos, pero todos suelen ser, con algunos matices, los siguientes:

“La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad. Trabaja por la mejora material, ética, y el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad. Sus principios son la tolerancia mutua, el respecto a los demás y a uno mismo, la libertad absoluta de la conciencia

Evidentemente, unos fines tales como “la mejora ética de la humanidad” son de tal amplitud que difícilmente cualquier actividad humana lícita puede considerarse contraria a los mismos, lo que implica que la Masonería puede ser compatible con actividades completamente opuestas entre sí.

Por otra parte, la función de la Masonería no es constituirse en un agente activo de promoción de políticas públicas en una dirección concreta (para empezar, ¡no podría determinar hacia qué dirección orientar dicha promoción!), sino en motivar a sus miembros para que en su vida diaria, y desde el particular punto de vista de cada cual, impulse en su ámbito dicha mejora ética de la humanidad, por ejemplo. Dado que entre los principios de la Masonería está la tolerancia y el respeto, esto permite que sean miembros de la misma logia hermanos de diferente ideología política y creencia religiosa, y aún así puedan trabajar juntos en Masonería y cada uno, en su espacio, y a veces de forma contrapuesta y en competencia mutua, traten de promover estos fines masónicos de mejora de la humanidad, cada uno desde su forma de entender esta mejora.

Finalmente, esto permite que los miembros de la Masonería sean diversos y se enriquezcan mutuamente en su diversidad en formas en las que fuera de la Masonería es difícil lograr, puesto que de forma natural tendemos a rodearnos de un entorno cómodo, que cuestione poco o nada nuestra forma de ser: tendemos a rodearnos de personas que piensen como nosotros, a leer y ver informaciones que concuerdan con nuestra forma de pensar, etc. A veces no somos conscientes de cuantísimas experiencias muy válidas y muy enriquecedoras de otros nos perdemos por no interactuar con otras personas por no ser de la misma opinión que nosotros. También permite que los masones con opiniones poco convencionales tengan menor necesidad de ceder ante la opinión mayoritaria, dado que no se hace preciso conformar una posición uniforme en la organización sobre muchos temas, a diferencia de otras asociaciones humanas, como veíamos anteriormente.

Lógicamente, se produce un cierto equilibrio entre la diversidad que es capaz de albergar una organización y lo enfocados y precisos que son sus fines, aunque la metodología de trabajo en las logias trata de ampliar al máximo esta diversidad tratando de perder la menor operatividad posible en el grupo.

¿Esto significa que las organizaciones masónicas no generan ningún tipo de posición coordinada sobre ningún asunto? Bueno, no tanto. Por desgracia en nuestro mundo hay ciertas actividades que son tan manifiesta y absolutamente contrarias a los fines de cualquier organización masónica que sería impensable que no produjeran ninguna respuesta por parte de la Masonería.

Pero incluso en la magnitud y naturaleza de la ofensa a los fines masónicos necesaria para generar una respuesta institucional encontramos variedad entre las diversas organizaciones. Por poner tres ejemplos diferentes: hay organizaciones con un matiz ciertamente social y republicano, como el Gran Oriente de Francia, que toman habitualmente posición sobre variadas cuestiones de actualidad; otras, como la Gran Logia Simbólica Española, han emitido comunicados sobre cuestiones puntuales, pero habitualmente no emiten opiniones sobre la actualidad; y en general las organizaciones de la variante anglosajona de la Masonería solamente toman posición ante ataques flagrantes a la libertad de conciencia o la tolerancia.

Es evidente que, como contrapartida, el Gran Oriente de Francia se arriesga más a menudo a irritar a los hermanos que no concuerden en sus planteamientos con los de las posiciones que tome su organización, mientras que algunos de los pertenecientes a organizaciones de la rama anglosajona pueden sentirse frustrados de que su institución no tome partido con mayor frecuencia por causas que ellos entienden que la Masonería debería defender. Y en el caso de la Gran Logia Simbólica Española, puede que haya algún hermano que tenga la percepción de que su organización habla cuando debería callar y viceversa.

Todo esto nos muestra la enorme dificultad de gestionar grandes grupos de personas muy diversas entre sí. No obstante, esta extrema dificultad con la que se enfrentan las organizaciones masónicas y los masones individuales ponen de relieve aquello que éstos consideran realmente prioritario, importante y digno de conservación: la diversidad, la libertad, la igualdad y la fraternidad de los seres humanos, y la mejora moral de la humanidad.

 

 

 

Publicado por:

Orlando Sánchez Maroto

Por ahora, baste decir que la inmensa mayoría de la gente que me conoce piensa que soy una persona libre y de buenas costumbres...

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Comments

  1. Manuel Osorio    

    Es muy falso lo que dice éste escrito, la masonería tiene la función de establecer el Nuevo Orden Mundial.

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