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China replica informe estadounidense sobre Derechos Humanos


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China replica informe estadounidense sobre Derechos Humanos

 

 

 

China publicó este jueves un informe sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos, para replicar el informe que emitió el gobierno estadounidense denunciando violaciones en territorio chino.

El informe presentado en Beijing indica que Estados Unidos hizo de nuevo comentarios sobre la situación de los derechos humanos en muchos países, mientras que se mantuvo callado sobre sus terribles registros de derechos humanos y no mostró ninguna intención de reflejarlos.

La réplica titulada Registro de Derechos Humanos de Estados Unidos en 2015, fue emitida por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete chino, en respuesta a los Informes por Países sobre las Prácticas de Derechos Humanos en 2015, publicado por el Departamento de Estado estadounidense este 13 de abril.

Según el informe chino, el año pasado Estados Unidos no experimentó mejoras en sus existentes cuestiones de derechos humanos, pero se informó de numerosos nuevos problemas, de acuerdo con el informe.

Puesto que el gobierno estadounidense rehúsa sostener un espejo para mirarse a sí mismo, esto debe ser realizado con la ayuda de otros, apunta el documento.

El informe subraya que la política del dinero y la de los vínculos familiares fueron de mal en peor en Estados Unidos, donde los votantes lo tuvieron difícil para expresar su voluntad.

Las cifras que cita el informe muestran que los derechos civiles se pisotearon sin contemplaciones en Estados Unidos en 2015, año en el que se cometió una cantidad descontrolada de crímenes relacionados con armas de fuego y abundó el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.

Hasta el 28 de diciembre de 2015, se registraron en el país norteamericano 51.675 incidentes relacionados con actos violentos con armas de fuego, que causaron 13.136 muertos y 26.493 heridos. La policía estadounidense mató a tiros a 965 personas hasta el 24 de diciembre del mismo año.

Según el informe, no se hicieron progresos sustanciales en los derechos socioeconómicos de los ciudadanos estadounidenses. En 2015, había más de 560.000 personas sin hogar a nivel nacional y unos 33 millones de personas sin seguro médico.

El estudio también cita unas cifras que muestran que Estados Unidos continúa violando los derechos humanos en otros países, causando una cantidad de víctimas mortales civiles tremenda.

Desde agosto de 2014 hasta diciembre de 2015, el país norteamericano lanzó 3.965 ataques aéreos en Irak y 2.823 en Siria que causaron la muerte de entre 1.695 y 2.239 civiles.

El informe dice que los planes de vigilancia que lleva a cabo Estados Unidos fuera de su territorio violaron la privacidad de ciudadanos de otros países.

Estados Unidos intervino las comunicaciones telefónicas de tres presidentes franceses y muchos otros funcionarios galos de alto rango, según el informe.

Aunque el país se comprometió en repetidas ocasiones a proteger los derechos humanos, aún no ha ratificado las principales convenciones de derechos humanos de la ONU y adopta una actitud poco cooperativa ante las cuestiones de derechos humanos en el ámbito internacional, señala el informe.

Estos son los términos iniciales del informe chino sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos en 2015, que afirma, se apoyan en registros irrefutables:

El uso de armas estaba fuera de control en Estados Unidos, lo que supuso una grave amenaza para el derecho a la vida de los ciudadanos. Los frecuentes casos de incidentes con armas de fuego dejaron la más profunda impresión en el mundo respecto a Estados Unidos en 2015. Hasta el 28 de diciembre, se habían producido un total de 51.675 incidentes violentos con armas de fuego en Estados Unidos el año pasado, en los que murieron 13.136 personas y otras 26.493 resultaron heridas.

La seguridad personal de los ciudadanos no se pudo garantizar con el excesivo uso de violencia por parte de la policía. Hasta el 24 de diciembre de 2015, la policía había disparado y provocado la muerte a 965 personas y el abuso de poder por parte de los agentes no resultó en medidas disciplinarias. En Baltimore se produjeron protestas pidiendo Justicia para Freddie; los manifestantes tomaron la calle en Chicago para reclamar justicia por la muerte de Laquan MacDonald; y en Minneapolis acamparon en el exterior de una comisaría de policía después de que Jamar Clark muriese por disparos de la policía.

El sistema de prisiones de Estados Unidos estaba plagado de corrupción y se produjeron violaciones graves de los derechos humanos de los internos. Los guardias de una prisión de Florida quemaron con agua caliente en una ducha a un interno con una enfermedad mental, Darren Rainey, lo que le provocó la muerte. Los guardias de la Institución Correccional de Lowell, la mayor cárcel de mujeres del país, presionaron a centenares de presas para mantener sexo a cambio de cubrir necesidades básicas y una protección contra abusos. Un total de 57 internas murieron mientras estaban en este centro a lo largo de los últimos 10 años.

La política del dinero y la de los vínculos familiares prevalecieron y los derechos políticos de los ciudadanos no fueron salvaguardados de manera efectiva. Las compañías y los individuos podían donar cuantías ilimitadas a los Supercomités de Acción Política (super PAC, por las siglas en inglés) para influir en las elecciones presidenciales. De esta forma, las corporaciones pudieron utilizar dinero para influir en las políticas y cosechar enormes retornos. Hubo comentarios acerca de que el sistema político de Estados Unidos había sido transformado en una herramienta que proporciona retornos a los grandes donantes. El estatus familiar se ha convertido en un factor primario en la política estadounidense y un reducido número de familias y grupos de interés ocultos influyen en las elecciones con su financiación. La voluntad popular fue secuestrada por la política de facciones en Estados Unidos, debido a que los intereses en las elecciones hicieron imposible que el Partido Demócrata y el Partido Republicano se coordinasen y elaborasen políticas que se correspondiesen con la voluntad popular.

Los persistentes problemas en la sociedad estadounidense representaron desafíos para que el país cumpliese con su deber de salvaguardar los derechos económicos y sociales de los ciudadanos de Estados Unidos. En 2014, había 46,7 millones de personas viviendo en la pobreza en Estados Unidos. Cada año, a al menos 48,1 millones de personas se las clasifica como en situación de inseguridad alimentaria. En 2015, más de 560.000 personas en todo el país eran sin techo. El 79 por ciento de los estadounidenses creían que es más fácil que la gente que es de clase media deje de serlo que ascender para alcanzar ese nivel. Había todavía 33 millones de personas en Estados Unidos sin seguro médico. Además, 44 millones de trabajadores del sector privado, en torno al 40 por ciento del total, no tenían acceso a bajas por enfermedad remuneradas.

El conflicto racial era grave en Estados Unidos y las relaciones entre razas se situaron en su peor momento en más de dos décadas. El 61 por ciento de los ciudadanos estadounidenses calificaron las relaciones entre razas en el país de malas. Los campos de la aplicación de la ley y la justicia estuvieron fuertemente influidos por la discriminación racial. El 88 por ciento de la población negra cree que recibe un trato injusto de la policía y el 68 por ciento de los afroamericanos opinan que el sistema de justicia criminal tiene un sesgo racial. Los blancos acumulaban 12 veces la riqueza de los negros y cerca de 11 veces la de los hispanos. Se ha afirmado que el sueño americano está fuera del alcance de muchas familias afroamericanas e hispanas.

La situación de las mujeres estadounidenses se está deteriorando y los niños viven en un ambiente preocupante. Por cada dólar de salario que reciben los hombres, las mujeres de Estados Unidos reciben 79 céntimos. El porcentaje de mujeres en situación de pobreza se ha incrementado a lo largo de la pasada década, al pasar del 12,1 por ciento al 14,5 por ciento. La Organización Internacional de Trabajo de las Naciones Unidas indicó que Estados Unidos es el único país industrializado que no cuenta con una ley general para las prestaciones monetarias que se les dan a las mujeres durante la baja por maternidad. Un 23 por ciento de las estudiantes universitarias afirmaron haber sido víctimas de contactos sexuales no consentidos. Se produjeron al menos dos tiroteos en escuelas al mes en 2015 y casi dos niños murieron de media cada semana por disparos accidentales. Más de una cuarta parte de los adolescentes de más de 15 años que mueren por heridas en Estados Unidos fallecen en incidentes relacionados con armas. En torno a 17,4 millones de menores de 18 años están siendo criados sin padre y un 45 por ciento viven por debajo del umbral de la pobreza. En torno a una quinta parte de los niños estadounidenses viven en familias que no tienen suficientes alimentos.

Estados Unidos violó de forma descarada y brutal los derechos humanos en otros países, tratando a los ciudadanos de otros países como basura. Los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos en Irak y en Siria mataron a miles de civiles. Estados Unidos también realizó ataques con drones en Pakistán y Yemen de forma indiscriminada, causando cientos de muertes de civiles. El 3 de octubre, el ejército estadounidense bombardeó un hospital de Médicos sin Fronteras en la ciudad afgana de Kunduz, en el que murieron 42 personas. Desafiando la condena internacional, Estados Unidos no ha cerrado todavía el campo de detención de la bahía de Guantánamo, que funciona desde hace 14 años y en el que todavía están encerradas cerca de 100 personas que han sido sometidas a una detención arbitraria durante años sin juicio.

El gobierno violó la privacidad de los ciudadanos al obtener de forma ilegal información personal. Según una información difundida en el sitio web del Washington Post el 1 de diciembre de 2015, el FBI utilizó autoridad especial para obligar a las firmas de internet a entregar información de usuarios, incluidos historiales de navegación completos, sin aprobaciones judiciales (www.washingtonpost.com, 1 de diciembre de 2015). De acuerdo con un informe publicado por el Centro de Investigaciones Pew el 29 de mayo de 2015, la mayoría de los estadounidenses se oponen a que el gobierno reúna datos de ciudadanos en grandes cantidades; dos terceras partes creen que no hay límites adecuados sobre qué tipos de datos se pueden recopilar; y el 61 por ciento dicen que han pasado a tener menos confianza sobre que los programas estén sirviendo al interés público. El 54 por ciento de los estadounidenses desaprueba que el gobierno reúna datos de teléfono e internet como parte de la lucha contra el terrorismo y el 74 por ciento manifiesta que no se debería renunciar a la privacidad y la libertad en aras de la seguridad. La mayor parte consideran que es importante controlar quién puede tener acceso a su información (el 93 por ciento), así como qué información sobre ellos se recopila (el 90 por ciento), según la misma fuente (www.pewresearch.org, 29 de mayo de 2015).

En la parte final del informe, el gobierno chino hace los siguientes señalamientos:

Graves violaciones de los derechos humanos en otros países

En 2015, los Estados Unidos continuaron pisoteando los derechos humanos en otros países, matando a un gran número de civiles; sus proyectos de control en el extranjero violaron la privacidad de los ciudadanos de otras naciones, mientras que se siguieron produciendo escándalos de torturas en el campo de detención de la bahía de Guantánamo. Hasta la fecha, los Estados Unidos no han ratificado algunas de las convenciones principales sobre derechos humanos de las Naciones Unidas y han votado contra algunas resoluciones importantes en esta materia.

Los ataques aéreos causaron un gran número de muertes y víctimas civiles. De acuerdo con Airwars, un proyecto destinado a registrar los ataques aéreos en Oriente Medio, los Estados Unidos han organizado repetidamente a fuerzas de coalición para que lancen ataques aéreos contra fuerzas militares en Iraq y Siria desde el 8 de agosto de 2014. A fecha del 6 de diciembre de 2015, los Estados Unidos habían lanzado 3.965 ataques aéreos en Iraq y 2.823 en Siria, causando una cifra estimada de muertes civiles de entre 1.695 y 2.239 (www.airwars.org).

El gobierno sirio calificó los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos como un acto de agresión (www.independent.co.uk, 7 de diciembre de 2015). El 3 de octubre de 2015, un hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras en la ciudad de Kunduz, Afganistán, se encontró bajo un bombardeo que duró media hora. Muchos pacientes que no podían moverse fallecieron en el lugar, mientras que algunos miembros del personal de la ONG recibieron disparos desde el aire cuando huían. Un total de 42 personas murieron en el ataque aéreo, y algunos de los cuerpos estaban calcinados hasta el punto de no poder ser reconocidos (www.sputniknews.com, 12 de diciembre de 2015; www.abc.net.au, 5 de octubre de 2015, diciembre).

El uso frecuente de drones ha provocado muchas muertes inocentes. Según un reportaje aparecido el 15 de octubre en la página web del Daily Mail, cuando lleva a cabo asesinatos con drones, el ejército de Estados Unidos se vale únicamente de datos telefónicos para identificar al objetivo. Durante la operación Haymaker, una campaña en el nordeste de Afganistán llevada a cabo entre enero de 2012 y febrero de 2013, en torno a 219 personas murieron a causa de ataques de drones, pero únicamente 35 eran los objetivos pretendidos. Durante un período de cinco meses de otra operación, un apabullante 90 por ciento de los asesinados no era el objetivo pretendido. A pesar de esto, todas las muertes se calificaron como EKIA (acrónimo en inglés para enemigo muerto en acción). (www.dailymail.co.uk, 15 de octubre de 2015). Un reportaje publicado el 24 de abril de 2105 por el Washington Post en su página web decía que un estudio, que había documentado 415 ataques aéreos en Pakistán y Yemen desde los atentados terroristas el 11 de septiembre de 2011, ponía el total de víctimas mortales civiles entre 423 y 962 (www.washingtonpost.com, 24 de abril de 2015). El abuso de los ataques con drones no solo provocó amplias críticas por parte de la comunidad internacional, sino que también levantó fuertes dudas entre expertos estadounidenses. El Washington Post publicó un artículo el 20 de marzo de 2015 en que presentaba a sus lectores dos libros sobre drones : Kill Chain: The Rise of the High-Tech Assassins, de Andrew Cockburn, y A Theory of the Drones, de Grégoire Chamayou. Cockburn ve la política de drones asesinos de América como la culminación de un patrón histórico de mentiras, engaño y avaricia en el despliegue de fuerza militar letal en todo el mundo y como una continuación de la política de asesinatos previa de los Estados Unidos. Habiendo fracasado miserablemente en el logro del objetivo definido por el país de reforzar la seguridad, la política ha socavado simultáneamente el proceso democrático, escribe Cockburn, haciendo hincapié en que el asesinato cometido por robots está destinado a inspirar, más que a reducir, el extremismo. Chamayou dijo que los drones asesinos ponen a la vista la tendencia hacia una nueva e inhumana forma de guerra. Con la guerra de drones, no existe la victoria, solo la perpétua eliminación, escribe Cockburn (www.washingtonpost.com, 20 de marzo de 2015).

El abuso de la tortura ha aplastado los derechos humanos. Un informe del Senado de los Estados Unidos sobre el estudio del programa de detenciones e interrogatorios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) halló que el uso por parte de esta de técnicas brutales de interrogatorio, tales como el submarino, el confinamiento en soledad por largos períodos de tiempo, golpear la cabeza de los prisioneros contra la pared, los cortes y las amenazas de muerte violaban gravemente la ley de los Estados Unidos (www.intelligence.senate.gov). De acuerdo con algunos testigos, las torturas de la CIA iban mucho más allá de lo descrito en el informe del Senado. Majid Khan, un detenido en la bahía de Guantánamo convertido en testigo cooperante del gobierno, dijo que los interrogadores habían arrojado agua helada sobre sus genitales, le habían grabado en vídeo desnudo dos veces y en repetidas ocasiones le habían tocado sus partes privadas. En un momento dado, dijo Khan, le metieron los pies y las piernas en unas esposas metálicas similares a botas que se le clavaban en la carne y le inmobilizaban las piernas. Los guardias también le desnudaron, le colgaron de una viga de madera durante tres días y le dieron agua pero no comida. Todos los detalles anteriores sobre las torturas que Khan había sufrido no se incluyeron en el informe del Senado(www.theguardian.com, 2 de junio de 2015).

El 11 de enero de 2016, expertos en derechos humanos, incluidos Juan E. Méndez, relator especial en materia de tortura de la ONU; Ben Emmerson, relator especial en materia de derechos humanos y contraterrorismo; Mónica Pinto, relatora especial en materia de independencia del sistema judicial; Seong-Phil Hong, relator jefe del Grupo de Trabajo de la ONU para las Detenciones Arbitrarias; y Michael Georg Link, director de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en la Oficina Europea para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos, pidieron conjuntamente al gobierno de los Estados Unidos que clausurara inmediatamente las instalaciones de detención de la bahía de Guantánamo, catorce años después de que el centro de detención iniciara sus operaciones. Los expertos recordaron en la carta que cerca de 100 detenidos todavía languidecen en Guantánamo tras años de detención arbitraria sin juicio (www.un.org, 11 de enero de 2016).

Los Estados Unidos espiaron a otros líderes mundiales. La BBC informó el 30 de abril de 2015 de que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, en colaboración con otros servicios secretos, había estado monitorizando a líderes europeos (www.bbc.com, 30 de abril de 2015). The Independent publicó el 24 de junio de 2015 que los Estados Unidos habían puesto micrófonos en los teléfonos de tres presidentes franceses y de otros muchos funcionarios de alto nivel de Francia, acerca de lo cual el portavoz del gobierno francés dijo que era inaceptable (www.independent.co.uk, 24 de junio de 2015). Ante las críticas de sus aliados, el gobierno estadounidense continuó controlando a algunos líderes en nombre del propósito de la seguridad nacional (www.theguardian.com, 30 de diciembre de 2015).

Aunque los Estados Unidos han prometido en repetidas ocasiones defender los derechos humanos, todavía no han ratificado las convenciones centrales sobre derechos humanos de la ONU, incluyendo el Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre los derechos del niño y la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad. Los Estados Unidos son el único país del mundo que aún debe ratificar la Convención sobre los derechos del niño. Estados Unidos adoptó asimismo una actitud de no cooperación hacia los problemas internacionales de los derechos humanos. A menudo bloqueó o se hizo el sordo hacia las críticas elevadas por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, grupos de trabajo, relatores especiales y altos comisionados de los derechos humanos. El 28 de septiembre de 2015, cuando el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución relacionada con el derecho al desarrollo, los Estados Unidos, como siempre, votaron en su contra (www.un.org).

(Con información de la agencia Xinhua)

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