Nos gustaría no hacer lo que tenemos que hacer, y no escribir lo que tenemos que escribir.
Pero no podemos guardar silencio porque nos acusaría nuestra conciencia, y no contribuiríamos a defender ante la sociedad española y la masonería internacional, a la Gran Logia de España, dados los continuos errores del hermano que temporalmente ocupa la dirección, como Gran Maestro, de la Gran Logia de España.
Nos gustaría estar en la tranquilidad de nuestras logias en fraternidad en lugar del fratricidio en el que vivimos, soterrado muchas veces desde la dirección de la obediencia utilizando la burocracia administrativa.
Nos gustaría dedicar nuestro tiempo a crecer en las logias y a nuestros trabajos profanos y nuestras familias, sin quitarles a ellos las horas que tenemos que destinar por principio personal y coherencia como masones; para entrar en este tipo de análisis que nos gustaría no hacer. Los miembros del Grupo de Covadonga solo somos masones de muchos años de masonería regular, no implicados hasta ahora en luchas políticas de esta naturaleza, no somos profesionales de la masonería ni nacional ni internacional, no hacemos negocios con ocasión de conferencias ni participamos en ferias de negocios para masones.
NO QUEREMOS LA RUPTURA
No queremos la ruptura, o los incendios que por los cuatro costados tienen hoy la Gran Logia de España, y que ha reconocido existentes, el dimitido Gran Orador de la Gran Logia de España.
Nuestra vocación es la de bombero y no la de pirómano, como tampoco somos un pirómano que intenta disfrazarse de bombero.
Pero lo primero ante un incendio es avisar que hay fuego; y si las causas del incendio nos aparecen como evidentes a nuestros ojos, explicarlas para ver qué técnicas nos pueden llevar a que no se reavive y a que se apague definitivamente.
Somos maestros masones, y honestos, y por tal nos reconocen nuestros hermanos, nos gusta la verdad tanto porque es un derecho de la sociedad española conocernos como somos y vivimos; como porque así debemos decirlo para los profanos interesados en la masonería o para los aprendices recién iniciados.
Ante un problema, en todo caso, lo primero es reconocerlo, aceptarlo y solo desde ahí, poner los medios para solucionarlo.
Confrontar, dividir, unos contra otros, reconociéndonos, repudiándonos, negándonos, o tener ambiciones personales, o actuar con “fanatismo de regularidad” que no es posible edulcorar por campañas de imagen, no es para lo que nació el 21 de Junio del 2.018 el Grupo de Covadonga; ni lo que se recogió en su documento fundacional, ni en su acta de constitución y tampoco es lo que pretende la masonería.
Estamos en época de dificultades pero la causa está clara, el problema es que ni se reconoce ni se ponen medios para resolverlo.
Nos gustaría no preguntar sin obtener respuestas, como hemos preguntado al Gran Maestro, y no hemos obtenido; también nos gustaría que todos nos reuniésemos en asamblea general extraordinaria para ver qué nos está pasando y encontrar soluciones, desde la fraternidad y el cariño y el espíritu positivo como hemos solicitado del Gran Maestro, y no hemos obtenido; nos gustaría que un 10% del Cónclave así lo solicitase, como ahora pretendemos ante el silencio del Gran Maestro y su inactividad activa y deliberada; y nos gustaría que esto se hiciese antes de solicitar que sea el 10% de los hermanos el que lo haga.
No tenemos cálculos sobre una asamblea, porque creemos que se va a ganar para todos; como ocurrió hace años en Castelldefells, ni de los unos ni de los otros.
Para el Colegio se trata de una reunión para establecer un sistema transitorio de paz social mientras se convocan nuevas elecciones anticipadas a Gran Maestro; a las que no deberá presentarse el actual por coherencia con la limitación de mandatos que muchos masones han defendido como principio político por ejemplo en Estados Unidos.
Si nos paramos a pensar, el propio Gran Maestro actual de la GLE ha indicado en más de una ocasión; y la última recientemente según puede verse del documento de su discurso en la fiesta de la luz de Sevilla, que no va a presentarse a una nueva reelección.
Las nuevas preguntas son inmediatas:
-¿Si no va a volver a presentarse a la reelección y nos encontramos ante una situación en la GLE de la cual es el único responsable, por sus manifestaciones, declaraciones, actuaciones, omisiones, nombramientos, manejo personal de imagen y redes, manejo de la secretaria de la GLE y de algunas provincias; que es lo que gana la fraternidad y la regularidad manteniendo la actual situación de fratricidio?
-¿Qué es lo que ganamos nadie, ni unos ni otros, ni estos ni aquellos, ni los de más allá o acá; sin que se celebre una asamblea general extraordinaria en la que se convoquen elecciones?
-¿Qué ganamos sin Gran Tesorero y sin Gran Orador? ¿No será menor proceder al mecanismo de recambio de todo el aparato de justicia suprema masónica de la GLE; Presidente de la Corte, Gran Orador, Gran Secretario?, ¿Que ganamos con una Corte Suprema de Justicia masónica sin Gran Orador? ¿No gestaremos, quizá, una quiebra de la confianza de los hermanos sobre la Corte de Justicia masónica y su independencia?
No solo es la situación del Gran Maestro, se trataría también de resolver la situación del Gran Tesorero, elección y la situación de la dimisión del Gran Orador de la Gran Logia de España y renovación de la corte suprema de justicia masónica para adaptarla a la situación que vivimos; y crear una normativa moderna y reglamentariamente adaptada a las necesidades de la obediencia.
La Gran Asamblea: Necesitamos aclarar y recomponer toda nuestra constitución y reglamentos.
Es una asamblea de recomposición transitoria, pero ¿por qué el Gran Maestro no quiere convocarla? Lo ignoramos. ¿Por qué tampoco el Conclave está adoptando la mayoría necesaria para tal convocatoria? Lo ignoramos pero estamos expectantes al mes de Noviembre.
Se acaba el tiempo de la fraternidad y aumenta el margen para el fratricidio, si no se ponen medios. Estamos con un Gran Maestro de la GLE, pobre y en la desolación, según se desprende de su discurso en la fiesta de las luces y de la asamblea de la CMI en Paraguay; perdido por la faz de la tierra, al que deseamos un pronto alivio a sus males, si ese es su deseo. Después de Paraguay y Sevilla, mas asamblea general y ya.
Un abrazo fraternal.
El Colegio invisible
David R.D.
Querido colegio invisible Covadonga la razón que el GM se aferre a su trono es obvia, no intentemos razonar con quien padece una patología Psicológica.
Una asamblea primero para que se practique pericialmente la intervención de varios Psicólogos y que redacten un informe.
Con ese informe la gran asamblea convocar elecciones.
El colegio invisible de Covadonga debe de aprender que un enfermo precisa de profesionales y un tratamiento no se puede razonar ni esperar más que su obcecada obsesión.
Soy profesional en el ramo y les digo que sería imprescindible la intervención de profesionales de la psicología y algún Psiquiatra.