Tanto el Gran Maestro como sus representantes en la tierra, están desaparecidos, inactivos, callados, faltos de argumentos e iniciativas. La Gran Logia como institución no está dando la talla ante la crisis sanitaria del COVID-19, sus miembros sí.
Los movimientos solidarios que se están produciendo dentro de la GLE, ha desbordado a la propia organización, que es incapaz de absorberlos y canalizarlos de una forma única en el territorio español.
Ni su Gran Maestro ni la organización como institución, han sabido estar a la altura de las necesidades de la sociedad civil ni de los Hermanos.
Han tardado casi dos semanas en decir nada (leer carta del Gran maestro aquí/ read letter from Grand Master here), y cuando lo han hecho ha sido por medio de frías cartas protocolarias.
El Gran Maestro parece desbordado por la marea de solidaridad masónica procedente de las logias o de los Hermanos, los cuales se han organizado ante el abandono y la dejadez de la organización y de la cúpula de poder, en Cadenas de Unión de unos con otros.
En las últimos días hemos asistido como se configuraban los masones por sí mismos mientras pasaba el tiempo; dos de los candidatos han sacado un comunicado hace unos días, se ha constituido una iniciativa en las redes denominada «Tronco de la Viuda por la Pandemia», se ha compuesto una canción de rock por Chris Langley, un Hermano de Ibiza y se ha conformado una Cadena Solidaria de Luz desde Andalucía para extender a toda España.
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