Hace 195 años, el 28 de noviembre de 1820, nacía en Barmen, Renania, Friedrich Engels, pensador, empresario textil y lider socialista alemán.
Participó en la revolución alemana de 1848-50; fue secretario de la primera Internacional obrera desde 1870 y publicó «Socialismo utópico y socialismo científico» (1882), «El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado» (1884) o «Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana» (1888).
A la muerte de Marx en 1883, fue líder máximo de la Socialdemocracia alemana, de la Segunda Internacional y del Socialismo mundial, salvaguardando lo esencial de la ideología marxista. En los últimos años de su vida se alejó de sus primitivas concepciones revolucionarias y abrió la puerta a un Socialismo reformista, vía que seguiría después de su muerte su colaborador Eduard Bernstein y que acabaría por imponerse entre los socialdemócratas de todo el mundo.
Deseoso de librarse de su empleo en el comercio y a punto de caducar su contrato con la empresa familiar en junio de 1869, Engels comenzó a negociar su salida de la compañía que también deseaban sus socios holandeses a cambio de una suma de dinero que le permitiese mantenerse como rentista y, a la vez, seguir financiando las actividades de Marx y el sostenimiento de la familia de este. Ansioso por abandonar la empresa, aceptó una oferta menor de lo esperada pero pudo por fin librarse del odiado comercio en julio de ese año.
Decidió trasladarse a Londres en el verano 1870, haciendo aún más intensa la colaboración hasta la muerte de Marx en 1883 y decidido a retomar el activismo que había tenido que aparcar durante las dos décadas anteriores. Elegido inmediatamente secretario de la Primera Internacional para diversos países europeos, se encargó de coordinar a los afiliados gracias tanto a sus grandes dotes lingísticas era capaz de entender y responder a sus interlocutores en gran número de idiomas, desde el cata?án al rumano o al ruso como a su habilidad para la organización, además de tratar de asegurarse de encauzarla de acuerdo a los puntos de vista de Marx y de eliminar cualquier corriente considerada heterodoxa. Su residencia en Regent’s Park Road muy cercana a la de Marx se convirtió pronto en centro de peregrinación de socialistas, comunistas y anarquistas además de emigrados u oportunistas de toda Europa.
A estas tareas se añadió la de editor y revisor de las traducciones de las obras de Marx, que revisaba y corregía.
Fue uno de los más denodados opositores de Mijaíl Bakunin, que deseaba unir su Alianza Internacional de la Democracia Socialista con importante respaldo en Suiza, España o Italia a la Internacional, de mayor tamaño.92 Rechazó las teorías libertarias del ruso e insistió en mantener la Internacional como una organización que tomaba decisiones políticas y no se limitaba a coordinar los distintos grupos nacionales, como hubiese preferido Bakunin. Engels identificaba la postura de Bakunin con la falta de organización causa, según él, del fracaso de la Comuna de París necesaria para enfrentarse a sus enemigos de clase. Dirigió la expulsión de Bakunin y sus partidarios en el congreso de la Internacional en La Haya en 1872, pero no pudo evitar que la organización recibiese una notable influencia de los seguidores de Bakunin; para evitarla, Marx y él decidieron trasladar su sede a los Estados Unidos, maniobra que fracasó y resultó en la disolución del organismo cuatro años más tarde. Otro importante rival al que se enfrentó Engels fue el socialista alemán Ferdinand Lassalle, fundador de la Asociación General de Trabajadores Alemanes.
Desde el punto de vista de Marx, Lassalle era un reformista, mezcla de idealismo estatalista hegeliano, cooperativismo proudhoniano y reformismo político cartista, más interesado en modificar el sistema capitalista que en eliminarlo. Engels, dado al ataque personal sin descartar el uso de las deformidades físicas, las manías o los posibles escándalos sexuales de sus adversarios, criticó con dureza a Lassalle, especialmente cuando se conocieron sus negociaciones secretas con Bismarck para forjar una alianza antiburguesa entre socialistas y aristócratas prusianos, que no cuajó por la repentina , muerte del filósofo en un duelo.96 Culturalmente inclinado al prejuicio cultural, religioso o racial criticaba a Bakunin por ruso o a Lassalle por judío, defendió políticamente siempre la oposición al antisemitismo, la liberación de los esclavos estadounidenses o de los colonizados.
El mayor éxito de la postura de Marx y Engels fue la formación del gran Partido Obrero Socialdemócrata Alemán, fundado en 1869 por August Bebel y Wilhelm Liebknecht y que adoptó un socialismo cercano al de los dos exiliados.
Estos se opusieron, sin embargo, a la unión del partido con la organización de Lassalle, que tuvo lugar en 1875. La unión, a pesar de la oposición de Marx y Engels, que temían la influencia de los partidarios de Lassalle, preocupó a Bismarck que, tres años más tarde, promulgó las leyes antisocialistas que ilegalizaron al partido.
Engels publicó o preparó en esos años algunas de sus obras más notables, como Contribución al problema de la vivienda, El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, La revolución de la ciencia de E. Dhring (obra polémica contra las teorías del anarquista alemán Karl Eugen Dhring, más conocida como Anti-Dhring), Del socialismo utópico al socialismo científico o El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. En esos años Engels aparecía como un miembro más de la familia en casa de Marx, cuyas hijas le llamaban El General…, o también y mejor, secretario general (término que usaría Lenin posteriormente).
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