La pequeña historia de Diario Masónico

Estas líneas no tratan precisamente sobre la masonería, al menos de una manera directa, pero aún así creo que pudieran ser de su interés. Y es que hoy 2 de mayo es un día especial.

Déjeme contarle una pequeña historia. La historia del nacimiento del Diario Masónico. Todo comenzó una tarde de marzo en la que se desarrollaba una pequeña reunión de 3 amigos (quizá este número sea significativo). Los tres, de muy diferentes edades, compartían una dinámica conversación sobre muy diversos temas laborales que ahora no vienen a cuento.

Tras varias horas, la charla empezó a divagar, supongo que fruto del cansancio, hacia temás más lúdicos.  Y como no, salió el tema de siempre. La masonería. Esta vez, curiosamente, el dialogo no lo coparon los quehaceres de la logia sino algo más grande, más universal… la masonería de habla hispana.

Se debatía sobre temas generales y nada concretos de la masonería en español y casi siempre cayendo en la comparación con las masonería inglesa.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso fué un T.·.R.·.T.·. ya que gracias a esas comparaciones los tres tertulianos coincidieron en que curiosamente no existía, o al menos no conocían, ningún espacio virtual que intentará estrechar lazos entre los diferentes paises de habla hispana entorno a la Masonería Universal y que además sirviera como fuente de conocimiento, como sí ocurría en el mundo anglosajón.

Llegados a esta común reflexión, y tras unos segundos de silencio, uno de los tres tertulianos rompió el mutismo exclamando:

-Si no existe tal espacio, alguien lo tendra que hacer ¿verdad?. No es posible que una comunidad tan grande como la hispanoparlante carezca de una lugar común tan necesario… ¡hagámoslo nosotros!

Esa última reflexión hizo activar una reacción en cadena que desembocó en el proyecto que semanas después se llamaría Diario Masónico.

Pues bien, así de simple nació la idea de Diario Masónico. El resto de esta breve historia ya la supondréis: tres semanas de duro trabajo preparando artículos, búscando colaboradores, desarrollando la web, creando las redes sociales y unas cuantas noches de trabajo interminable para que todo estuviera listo el día 2 de abril, fecha elegida por  coincidir con una antigua costumbre esotérica escocesa, de iniciar los proyectos y reuniones el tercer día  a la Luna nueva. 

Desdes el día que salió a la luz el Diario Masónico y hasta hoy, un mes después, el pequeño proyecto ya no parece tan pequeño, ¿quién nos lo iba a decir?. Realmente ha crecido de manera vertiginosa superando de largo las previsiones más optimistas, y es que la Web se ha visitado más de 60.000 veces, en Facebook sois más de 11.000 personas las que habéis aupado al perfil de Diario Masónico al tercer puesto de entre las páginas de temática masónica en español y en el conjunto de las redes sociales (Twitter, Google+ y Facebook) sois más de 15.000 personas las que compartís y comentáis los artículos a diarios.Pero todos estos datos no significan nada para el conjunto del equipo del Diario, sin la gran multitud de e-mails y mensajes de apoyo, felicitaciones y ofrecimientos para colaborar que se han recibido.

Por todo ello, creemos que gran parte del éxito de este proyecto les pertenece. A todos ustedes. A todos los que tenemos en común la masonería y una lengua. A todos los que comentan los artículos en la Web o hacéis un «me gusta» y compartís.

Queríamos haceros participes de este modesto proyecto contando una pequeña historia y dando las gracias a cada uno de vosotros por tan increíble acogida.