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Masonería: Mallorca recupera el esplendor de sus logias


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Masonería: Mallorca recupera el esplendor de sus logias

 

 

 

 

La Masonería ha vuelto a implantarse en Mallorca tras superar la durísima persecución de la que fue objeto por parte de la dictadura franquista

José Jaume. Palma La Gran Maestre adjunta de la logia Logos, una de los talleres masónicos implantados en Palma, es una periodista que trabaja de redactora jefe en una publicación relacionada con el mundo del turismo. Esther Mascaró nació en Barcelona, en 1967. Precisa que su logia, fundada en abril de 2002, forma parte de la Gran Logia Simbólica de España. La otra logia existente en Palma, Sapere Aude (atrévete a saber), se creó en febrero de este año. El doctor en Historia por la UNED, Francisco Sanllorente, autor de “La Masonería en las Islas Baleares 1800-1940”, cuya tesis doctoral versó sobre esta cuestión, explica que “la Masonería nació en Balears, concretamente en Menorca, hacia 1836, cuando se fundo la logia Virtud e Ilustración, dependiente del Gran Oriente de Francia, desapareciendo dos años después”. “Con posterioridad –prosigue–, en 1860, Tudurí de la Torre funda Amigos de la Humanidad”. “En Menorca –asegura– las logias masónicas tuvieron una implantación muy notable, hasta el punto de contar con miles de afiliados”. “En Mallorca –añade– la primera logia aparece en 1842 con el nombre de Fidelidad Masónica y desaparece en 1848, coincidiendo con la Comuna de París, hecho que hace que las autoridades se pongan muy nerviosas, hasta el punto de que el general Narváez, en aquel momento presidente del Consejo de Ministros, decrete la disolución de todas las logias masónicas españolas”. “Fidelidad Masónica –precisa– pertenecía al Gran Oriente Nacional de España”.

Primera luz

Es en 1873, en el breve período, once meses, de vida de la Primera República cuando nace la logia de mayor importancia de las que hasta entonces se habían fundado en Mallorca. Recibe el nombre de Primera Luz. La funda Lorenzo Frau Abrines colaborador del catalán Arús, propietario de la Biblioteca Arús, y uno de sus venerables maestros fue Juan Luis Oliver Sabrafín, padre de Miguel de los Santos Oliver y director de La Almudaina. Otro de sus integrantes más destacados fue un alcalde de Palma, Manera, que acabó suicidándose.

Sanllorente explica que a finales del siglo XIX “las logias masónicas entran en crisis, según algunos historiadores debido a la Guerra de Cuba, dado que los masones propiciaban la independencia de las colonias, aunque había algunos que defendían la unión de la isla con España”. “Esa creencia –sigue diciendo– se ha basado en que el padre de la independencia de Cuba, José Martí, era masón”. “Mi opinión es diferente, pues las logias entran en crisis antes, hacia 1890, principalmente en Menorca, que hasta entonces había sido un paraíso masónico, ya que se llegó a contar con unos tres mil masones”, aclara Sanllorente, para quien la presencia en la isla del general Cipriano Carmona, desterrado allí, tras haber tomado el Cantón de Cartagena hizo de catalizador. La crisis se debió, en opinión de Sanllorente, a que muchos masones, tanto en Menorca como en Mallorca, abandonaron las logias para integrarse en los ateneos y en los círculos republicanos, cosa que también sucedió en la península. En Mallorca prácticamente desparecieron todas las logias, aunque lamentablemente se ha perdido toda la documentación, por lo que no disponemos de base para poder estudiarlas con detalle”.

En el siglo XX hay un “vacío” hasta prácticamente la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, aunque en 1921 se creó la logia Renovación, desaparecida en 1928. Es en 1932 cuando hace acto de presencia la logia Pitágoras constituida esencialmente por mallorquines que habían abrazado la Masonería en América, donde entraron en contacto con los movimientos liberales muchas veces conectados conlas logias americanas. Pitágoras la crea el representante de comercio Jaime Valls Segura, concejal del Ayuntamiento de Palma, asesinado por los falangistas tras el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936. Los fascistas asesinaron, en los primeros meses de la Guerra Civil, a una docena de masones de los apenas treinta que todavía subsistían.

Hermanos destacados

Pitágoras contó con algunos hermanos muy conocidos destacando el maestro Torrandell y el farmacéutico Tarongí, así como el periodista Juan Alomar Cifre, redactor de El Día, quien acabó en un campo deconcentraciónfranquista, aunque pudo eludir el fusilamiento. A los pocos días del inicio de la Guerra Civil, tras el triunfo de los sublevados en Mallorca, un grupo de falangistas y de militantes de Acción Popular, las juventudes católicas, asalta el local masónico situado en las inmediaciones del Borne exhibiendo los objetos y documentación en la sede del partido fascista fundado por Primero de Rivera, pero las autoridades militares se incautan de todo a los pocos días. La represión contra los masones adquiró una durísima saña en la España franquista, muchas veces instigada por la enorme inquina que hacia la Masonería profesaba la jerarquía de la Iglesia católica. Otro de los fusilados, el 24 de febrero de 1937, junto a Emilio Darder, Alejandro Jaume y Antonio Qués, fue el también masón Antonio Mateu.

Francisco Sanllorente explica que los papas del siglo XVIII empezaron a publicar bulas contra la Masonería, a la que consideraban un movimiento anticatólico, pese a que nunca lo ha sido. “La Iglesia católica y también muchos gobiernos se ponían nervisosos ante el secretismo imperante en las logias masónicas”, asegura. Es con el papa Leon XIII, en las últimas décadas del siglo XIX, cuando la condena a la Masonería llega a su punto álgido. En la encíclica Rereum Novarum, prácticamente dedicada en su integridad a atacarla, el papa León XIII excomulga a los masones. “La Iglesia –dice Sanllorente– culpaba a la Masonería de la pérdida de los Estados Pontificios, acaecida en 1870 al unificarse Italia, y la consiguiente desaparición del poder temporal del papado”.

En España, la Iglesia católica mantuvo una especial beligerancia contra la Masonería. Al preguntarle a Sanllorente por las razones de la animadversión que hacia ella sentía el general Franco, a si se debió a que le fue denegado el acceso en una de sus logias, señala que “Franco no iba de partidos políticos, así que tampoco le podía gustar la Masonería”. “En cuanto a si intentó integrarse en una logia –aclara– es un asunto que no ha podido dilucidarse, porque no existe documentación al respecto, aunque un falangista afirmó que esa era su intención”. “Quien sí fue masón –añade– era su hermano Ramón, el aviador, pese a que se trataba de un cantamañanas”.

Esther Mascaró asegura que pertenecer a una logia proporciona la posibilidad de investigar, estudiar y acceder a conocimientos muy diversos. Logos está constituida por 21 hermanos de los que la mitad son mujeres. ¿Qué ideología profesan? “No la hay –responde la gran maestre adjunta–, puesto que cada cual tiene la suya, porque lo que nos identifica es practicar el ritual, que es lo más importante, al constituir un paso fundamental en el aprendizaje”. Mascaró afirma que mediante el ritual aprenden a ser “más abiertos, tolerantes y respetuosos hacia los demás”.

MasonerÍa liberal

El hecho de que una mujer sea gran maestre adjunta cuando históricamente las logias masónicas no las han admitido en su seno lo explica diciendo que “la Masonería liberal, a la que obviamente pertenezco, es distinta de la inglesa, también denominada regular, en la que las mujeres no son admitidas”. “La Gran Logia de España, por ejemplo, es de obediencia regular y no acepta mujeres, al tiempo que establece la premisa de creer en el Dios de la Biblia”. ¿Hay curas masones? Mascaró sorprende al asegurar que así es, pese a que “la jerarquía de la Iglesia católica siempre ha combatido a la Masonería porque no acepta la libertad de pensamiento”. También informa que en España tiene más implantación la Masonería anglosajona reconociendo que no sabe las razones por las que no se acepta a las mujeres.

La gran maestre adjunta explica que la Francmasonería mundial está organizada en Ordenes, llamadas también Obediencias, divididas, a su vez, en las dos tendencias apuntadas: la Masonería regular, que pertenece a la Gran Logia Unida de Inglaterra, en España representada por la Gran Logia de España; y la Masonería liberal y adogmática, que en Europa tiene como fundamental referente al Gran Oriente de Francia, de carácter mixto. A ella pertenece la Gran Logia Simbólica Española y, por extensión, la logia Logos.

Diario de Mallorca

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Diario Masónico

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