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La masonería alicantina y la Cámara de Comercio


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La masonería alicantina y la Cámara de Comercio

 

 

 

La historia de la Cámara de Comercio de Alicante está indisolublemente asociada a la historia institucional de la provincia, que a su vez no se puede desvincular de todos los problemas económicos, sociales y hasta políticos de las distintas épocas durante los últimos 127 años.

Fundada en Enero de 1887, en su primera Junta de Gobierno además de su promotor Eleuterio Maisonnave Cutayar, iniciado en la logia Constante Alona con el nombre simbólico de «Pericles», encontramos a varios miembros de la Orden: Linares Such, Guadiola Picó y L. Penalva.

María Perales*

Un año más tarde, en 1888, se nombraba abogado de la Cámara de Comercio al también masón José García Soler y en la Asamblea General Ordinaria de 1908 igualmente reconocemos nombres de importantes masones de la época: Amando Alberola, Jaime Antón, P. Carreras, E. Villar Miralles o Más Pacheco.

La Cámara de Comercio jugará sin duda, un papel de crucial importancia en la vida económica de la ciudad, aglutinando a comerciantes de diversa índole, industriales y consignatarios y sobretodo, haciéndose eco de ideas renovadoras y muy progresistas para la época, como fue la defensa del libre cambio económico que supuso a la sazón, la alternativa correctiva al enorme malestar que la imposición de nuevos tributos provocaba en los comerciantes alicantinos, a la vez que permitía hacer frente a los tradicionales monopolios comerciales que limitaban el desarrollo y crecimiento del pequeño comercio.

Otro de los aspectos importantes de la Cámara fue su papel de mediadora ante los conflictos laborales que se intensificaron en Alicante a principios del siglo XX y resultaban del todo devastadores para el crecimiento económico de la ciudad.

De su papel intermediario podríamos citar múltiples ejemplos, basta leer los Boletines Oficiales de la época. Sin embargo, especialmente interesante fue la actuación que desempeñó la Cámara en 1904 con motivo de la larga huelga marítima y los perjuicios que ello estaba ocasionando en la vida de la ciudad. La Cámara propuso la mediación de los navieros a través de la Liga Marítima, consecuencia de ello fue la consecución mejoras salariales para los trabajadores, se ponía con ello punto y final a un conflicto que estaba resultando devastador para el comercio alicantino.

En esencia puede decirse que la creación de la Cámara de Comercio, supuso un valor esencial a la hora de proporcionar un carácter más abierto y más moderno al modelo económico alicantino durante el último cuarto del siglo XIX y los primeros años del siglo XX yl crecimiento y el impulso económico generado, estaría a la vez vinculado, al desarrollo social y cultural de la ciudad puesto que, sería imposible alcanzar lo primero sin incentivar lo segundo.

Éste, es un ejemplo entre muchos de la importancia que tuvo la masonería alicantina decimonónica a la hora de impulsar cambios de mentalidad o de abordar los cambios estructurales que acabaran con el subdesarrollo económico, el atraso cultural o la falta de cohesión social.

*Licenciada en Historia por la UA/ Premio Instituto Juan Gil-Albert de investigación en Ciencias Sociales y Humanidades

Pueden visitar su website: http://www.enlalineadeltiempo.com/

 

Publicado por:

María Perales

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