Poema masónico: Trabajo Logial
Autor: Ignacio Bernales
Oculto, sin temor a la mirada imprudente
Se abre justo a tiempo el trabajo logial
Con un golpe de mallete el silencio a realza el clima
Y la tolerancia se instala en su sitial.
Ya tres luces iluminan este sagrado lugar
Tenuemente penetran también nuestras almas
Son la sabiduría, fuerza y la belleza
Que irradian la senda del camino a transitar
La verdad nos aguarda al final, al abrigo del creador
Allá en el Oriente, donde brilla la luz colosal.
Dos columnas custodian la extenuante jornada
Nos conceden el ímpetu que mantiene en pié nuestro templo
Desde la tierra hasta más allá de las estrellas
Las que adornan esta bóveda enlutada
El sol y la luna más allá, dualidad omnipotente
Contemplan el acontecer de los obreros de paz
La virtud es el afán de los hermanos
Que libremente juraron frente al ara
Defender los principios augustos
Primero en nuestro interior, luego tras los muros.
Los símbolos nos envuelven, misteriosos y solemnes
Vamos descubriendo, sus secretos ocultos
Maestros y compañeros, espejos de nuestro futuro
Nos marcan el paso, los seguimos con humildad
Ansiamos la luz y trabajamos por ella.
Al fin comprendo mi rol en esta cadena universal
Soy un eslabón, uno entre tantos y muchos
Una piedra de esta gran construcción
Piedra aun imperfecta, que ha de labrarse
Es nuestro deber, es nuestra tarea.
Nuestras herramientas están en su lugar
Nuestras manos las sostienen con fervor
Nuestro espíritu les transmite pasión
Nuestra mente dirige los golpes
Y el corazón estimula nuestra labor.
Somos custodios del arte ancestral
Ritos, palabras y signos
Nos permiten trabajar en armonía
A los que dimos el paso iniciático
Tantos y tan distintos, reunidos con un solo fin.
Armados con espadas de paz
Las que solo dignifican a quien camina bajo ellas
Defendemos el bien sobre el mal
Ellas empuñadas en nuestras manos
Son el valor, honor y dignidad.
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