A pesar del candado mediático que existe en Venezuela, pronto corrió a través de las redes sociales y corresponsales la noticia de la captura del presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, cuando se dirigía al cabildo abierto que había convocado este domingo para realizarse en la zona de Caraballeda, en la región de Vargas, a menos de 50 kilómetros de Caracas.
El video que circuló en las redes, tomado desde la autopista donde ocurrió la detención muestra a al menos cuatro funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) con armas largas que arrastran a quien se presume es Guaidó desde la camioneta donde estaba hasta otra. Al final se divisa un forcejeo que termina en pocos segundos.
Urgente…..vean como fue el secuestro de @GuaiF Narcodictadura asesina pic.twitter.com/pUO53nVrH4
— Antonio Ledezma (@alcaldeledezma) 13 de enero de 2019
Su esposa, Fabiana Rosales, confirmó a través de Twitter la noticia, y casi una hora después también confirmaba su liberación.
En ese lapso se desató un fuerte cacerolazo en varios sectores de Caracas y, entre redes y mensajes, comenzó a hacerse notorio el malestar, aunque la información de la liberación calmó los ánimos.
Más tarde se produjo una versión oficial según la cual la detención fue llevada a cabo por unos “espontáneos” del Sebin, según dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, quien aseguró que la “retención” de Guaidó no fue una orden del Gobierno.
“Queremos informarle a todo el pueblo venezolano que esos funcionarios que se prestaron para que se instalara este show mediático están en este momento siendo destituidos y siendo sometidos a los procedimientos disciplinarios más estrictos, para determinar si se prestaron para este tipo de situaciones”, aseguró Rodríguez. El Gobierno afirmó que destituyó a cuatro agentes y que comenzaron “las investigaciones” contra el primer comisario del Sebin, Ildemaro José Mucura, por “nexos conspirativos” con la extrema derecha de Venezuela.
Poco después llegó el diputado Guaidó al cabildo, donde fue recibido entre vítores y declaró rápidamente que había sido secuestrado e intentaron esposarlo, a lo que se resistió.
“Trataron de ponerme unas esposas y por supuesto no lo permití porque soy el presidente de la Asamblea Nacional”. dijo.
Guaidó relató que los funcionarios que lo apresaron le dijeron que “era una orden” y que “no sabían lo que estaban haciendo”.
“La verdad fue que me secuestraron, estuvimos en un carro. Escucharon el mensaje de amnistía, el mensaje de perdón y pude salir del secuestro rápidamente. Sin son unos espontáneos ¿quién comanda hoy en el régimen?”, afirmó Guaidó.
La verdad fue que me secuestraron, estuvimos en un carro. Escucharon el mensaje de amnistía, el mensaje de perdón y pude salir del secuestro rápidamente.
Luego, ante los opositores reunidos en el cabildo expuso: “Denunciamos un golpe contra el legítimo presidente de la Asamblea Nacional y de toda Venezuela. Vamos a cumplir con nuestras competencias constitucionales, debemos avanzar en la propuesta y en la protesta”, afirmó.
De ese modo, Guaidó ratificó el llamado a una gran manifestación de rechazo a Maduro el venidero 23 de enero, fecha que conmemora el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, ocurrida en 1958. “El 23 de enero va a ser un grito que retumbe en toda Venezuela y a eso le tienen miedo”, afirmó el líder opositor.
Al final de la tarde volvió a mandar un mensaje a las Fuerzas Armadas venezolanas a través de Twitter. “A los Funcionarios, policías y FANB les decimos que como parlamentarios con voto popular, no solo tenemos la capacidad de ofrecer amnistía y soluciones, sino que tenemos un compromiso con quienes decidan ser parte de esta lucha por retomar el orden Constitucional”.
El 23 de enero va a ser un grito que retumbe en toda Venezuela y a eso le tienen miedo
La versión de que la detención fue llevada a cabo por unos “espontáneos” del Sebin es la versión oficial del régimen de Nicolás Maduro, según dijo el propio ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, quien aseguró que la “retención” de Guaidó no fue una orden del Gobierno.
En las leyes venezolanas la retención no existe como figura jurídica y los juristas destacan que si no hay una orden de detención firmada por un tribunal todo apresamiento constituye una “privación ilegítima de libertad”.
Esos funcionarios que se prestaron para que se instalara este show mediático, están en este momento siendo destituidos
Venezuela es un país donde la violencia política por parte del régimen ha sido clara y abierta en los últimos años –se lleva una cuenta de 288 presos políticos–, por lo que esta versión de funcionarios actuando “por cuenta propia” es difícil de entender y, para muchos, demuestra contradicciones y evidentes confusiones en el seno de la ‘revolución bolivariana’.
Al menos así lo expresaron varios diputados de la Asamblea, como Delsa Solórzano, de la comisión de política interior. “Jorge Rodríguez miente y se contradice. La realidad es que la detención de Guaidó evidencia las contradicciones de la dictadura y que no hay cadena de mando”, afirmó.
La realidad es que la detención de Guaidó evidencia las contradicciones de la dictadura y que no hay cadena de mando.
Hace menos de un día, la ministra venezolana de asuntos penitenciarios, Iris Varela, aseguró que le tenía “lista” la celda a Guaidó en alguna cárcel venezolana.
Al mismo tiempo que ocurrió la detención y liberación de Guaidó, funcionarios del Sebin detuvieron y maltrataron a las corresponsales Beatriz Adrián, de Caracol Televisión y Osmary Hernández, de CNN en Español, que se encontraban cerca de la sede de esta policía política, en la zona de Plaza Venezuela para reportar la detención del presidente del parlamento. También fueron liberadas al cabo de una hora.
Rodríguez no se excusó por la detención de las periodistas, en cambio señaló que prensa colombiana y estadounidense estaban interesados en dar cobertura a lo que llamó un “falso positivo”.
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