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Historia de la Masonería Vasca (IV): La invasión Napoleónica


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Historia de la Masonería Vasca (IV): La invasión Napoleónica

 

 

Tras la invasión de las tropas napoleónicas en 1808 comienza, también en Euskadi, la época de la llamada masonería bonapartista.

Ésta no era una masonería de afrancesados, decididos partidarios de las reformas constitucionales, como la existente en esos mismos momentos en el resto de España, sino una masonería que se asentaba mayoritariamente en las tropas invasoras y que dependía directamente del Gran Oriente de Francia y de su Gran Maestro el Rey José.

En el Anuario de Gran Oriente de Francia correspondiente a 1811 ya aparecen dos logias francesas asentadas en el País Vasco español, «Les Frères Unis» de San Sebastián, fundada el día 18 del quinto mes de 5809 (18 de julio de 1809) y la logia «Les Amis Reunis de Saint Joseph» fundada en Vitoria, el 22 de tercer mes de 5810 (22 de mayo de 1810)

Quede por tanto marcado la presencia en España de una doble masonería durante la ocupación napoleónica, La que se podría denominar de afrancesados, miembros de la Gran Logia Nacional de España y la masonería propiamente francesa, constituida en su mayoría por militares o civiles adscritos al ejercita francés

HERMANOS UNIDOS de San Sebastián

Nuestras dos logias vascas pertenecían pues, a esta segunda obediencia francesa, siendo la donostiarra la número 8.714 del Gran Oriente de Francia. Analizando más detenidamente los miembros de esta logia veremos que entre los quince fundadores solo dos tienen fijada su residencia en San Sebastián, E. Caupenne natural de Bayona y F. De Pellegru natural de la localidad del mismo nombre en la Gironde. De ellos la mayoría eran militares o miembros de los hospitales de campaña. Del resto de sus componentes hasta un total de 41 hermanos, observamos que ya asciende a seis las personas con domicilio en San Sebastián, pero tan solo dos de ellos son los únicos españoles: Francisco Castro, 39 años, hombre de leyes natural de Valladolid; León Aldamar, secretario y natural de Guetaria. Poco tiempo después sería expulsado este hermano de la logia, al parecer por ser hijo bastardo, dando origen a una gran polémica entra el Gran Oriente de Francia y la logia donostiarra.

Un año después del levantamiento de columnas, el 4 de septiembre de 1810 se dirigen al Gran Oriente de Francia solicitando le sea otorgada las cartas capitulares que regularicen el Capítulo constituido al oriente de San Sebastián (España) bajo el título distintivo de «Los Hermanos Unidos». No sin grandes problemas y disputas sobre la irregularidad de algunos de sus miembros, el Libro de Arquitectura del Soberano Capítulo recoge que el 10 de enero de 1811 se celebra la protocolaria erección legal del capítulo.

En el Cuadro de masones de este capítulo observamos que todos sus miembros fundadores, encabezados por el General de Brigada, Gobernador de Vizcaya Don Pierre Thouvenot, son de nacionalidad francesa y de profesión militar o sanitarios ligados a los hospitales militares.

En su discurso el día de la constitución regular de este capitulo, el Sr. Thouvenot como Delegado del Gran Oriente de Francia y Presidente de la Comisión Instaladora pronunció un discurso que refleja de un modo explícito las pretensiones de la masonería bonapartista en el País Vasco.

Partiendo de la utilidad de la introducción de las ideas liberales, afirmaba que la conducta de un buen masón, debía padecer violencia. Para el «Muy Sabio Asthisarta del Capítulo», nada que no costara sudores y peligros podía satisfacer los deseos del ser humano verdadero, porque lo recibiría como una donación. Según él, España adolecía de vida pública ofrecida a los demás, lo que echaba en falta era el desarrollo de su genio, detenido durante siglos por la superstición y el fanatismo, los dos monstruos, azote de la humanidad, que habían sido abatidos por todas partes donde la Francmasonería ha penetrado.

Según Thouvenot, no bastaba con ser asiduos a las logias o fiel observantes de nuestros institutos en nuestros templos, sino que rea necesaria la elección de un modo claro de la solidaridad como una forma de vida.

LOS AMIGOS DE SAN JOSE de Vitoria

Esta logia de Vitoria venía reuniéndose desde 1809 transitada y devastada por la irregularidad, pues caminaba por libre. El día 21 del primer mes de 5810 deciden en logia abierta solicitar G\ O\ de Francia «Animados del deseo de trabajar regularmente por la gloria de la masonería y el bien general de la humanidad os rogamos nos reunáis al centro común de todos los masones franceses, acordándonos Constituciones que regularicen la logia erigida en el Oriente de Vitoria bajo el título distintivo de Los Amigos Reunidos de San José. La logia vitoriana quedó constituida regularmente por una carta patente del Gran Oriente de Francia, el 21 de agosto de 1810 sin embargo hasta el 5 de marzo del año siguiente tendría lugar la tenida de instalación solemne con la presencia de tres comisarios instaladores.

El Cuadro lógico se componía de 19 miembros (10 maestros, 6 compañeros y 3 aprendices) todos ellos de nacionalidad francesa, 12 de ellos pertenecían al ejercito sin que ninguno de ellos fuera militar, 6 comerciantes y un físico residente en Vitoria.

En la tenida de instalación se escucharon varios discursos que pueden ilustrarnos sobre la realidad y la finalidad de esta logia, conozcamos parte de las palabras pronunciadas por su Orador.

«El templo que se eleva hoy en este Oriente debe hacer época en los fastos de la Masonería. En las circunstancias gloriosas que rodean la aura de su existencia, reúne la dicha de contar entre los fundadores y miembros que lo componen, a perfectos y antiguos masones, ciudadanos útiles, bravos guerreros, que vienen a descansar de los trabajos de la victoria en este taller filantrópico»

«Entonces es cuando el Gran Oriente se congratulará de haber constituido una Logia en el Oriente de Vitoria. Sigamos, pues estas máximas; instruyamos a nuestros hermanos recién iniciados; formémosles con nuestros ejemplos; seamos buenos hermanos, buenos esposos y buenos padres. Que nuestros hermanos militares recién iniciados continúen marchando por el sendero de la gloria a dónde les ha llevado nuestro augusto Monarca. Que ellos imiten al Gran Napoleón, patrón de muchas logias de diferentes orientes»

No fue muy larga la vida de esta logia en Vitoria. Tras el desenlace de la invasión napoleónica en España, las logias de la Masonería bonapartista sufrían las consecuencias inevitables de la derrota y se trasladaban al otro lado de la frontera. El 21 de julio de 1841 desde la ciudad de Toulouse (Francia) volvemos a encontrar noticias de esta logia de Vitoria, donde un grupo reducido logran volver a reunirse para intentar dar vida a la logia en esta ciudad, escribiendo al Gran Oriente de Francia. «Tras una verdadera y madura deliberación hemos resuelto levantar de nuevo, en el Oriente de Toulouse, el taller que el azote de la guerra ha destruido. En consecuencia, encontrándonos justamente en número de siete hemos procedido a la lección de los oficiales dignatarios.

A partir de esa fecha el desarrollo de la logia vitoriana ya no marchará unido a la ciudad que le dio vida, desligándose para siempre de la masonería vasca.

 

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Diario Masónico

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