El origen del nombre del Vaticano no es bíblico, latín o griego. Los etruscos (antiguos habitantes de Roma) tomaron el lugar como cementerio en una pendiente de una colina fuera de una antigua ciudad que, con los años acabaría siendo Roma. El nombre de la diosa etrusca que guardaba la necrópolis era Vatika.
Otro significado de Vatika era “una uva amarga de no muy buen sabor” utilizada por los campesinos para producir vino barato que conjuntamente con una hierba del mismo nombre, se ingerían experimentando alucinaciones y la palabra se transmitió al latín como sinónimo de «visión profética».
La palabra latina vaticinor significa «predecir, profetizar» de vatis «poeta, profesor, oráculo».
Siglos después, aquella ladera fue el lugar destinado para un circo y, según la leyenda, allí había sido ejecutado San Pedro, crucificado boca abajo y enterrado no muy lejos.
El emperador Constantino, primer emperador que empatizo con el cristianismo, fundó allí un santuario cuando el lugar ya se conocía como la Colina Vaticana.
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Origen etrusco
Todavía estamos tratando de dominar el difícil idioma de los etruscos, pero con el paso de los años hemos aprendido mucho acerca de sus creencias y su vida cotidiana. De hecho, la mayor parte de los conocimientos que poseemos sobre la civilización romana proviene de los etruscos.
Los etruscos no entierran a sus muertos dentro de las paredes de sus ciudades. En su lugar, ellos construyeron un gran cementerio en una pendiente de colina a las afueras de su ciudad antigua en el área que más tarde se convirtió en la ciudad de Roma.
Lamentablemente, la mayoría de la literatura y la mitología etrusca se ha perdido, pero sabemos que la guardiana de esta necrópolis era la diosa etrusca Vatika (a veces escrito Vatica). Ella era la diosa del inframundo y era su deber mantener un ojo vigilante en los que habían fallecido.
Los etruscos creían en una vida más allá, pero nuestro conocimiento de ello se deriva principalmente de las imágenes y los artefactos descubiertos en el interior de sus tumbas. Parece que las creencias de los etruscos sobre el más allá eran similares a los de los antiguos egipcios. El tratamiento de los restos de los fallecidos era importante para la supervivencia y un exitoso viaje a la próxima vida.
Otros pocos siglos después, allí se construyó el palacio papal y así es como el Vaticano; palabra de origen etrusco y que correspondía a una diosa “pagana”, da nombre al corazón mismo de la Iglesia Católica de Occidente .»
Foto: Imágen de la Diosa etrusca del inframundo Vatika que custodiaba la necrópolis o ciudad de los muertos; en donde hoy se encuentra el Vaticano. Altes Museum, Berlín, Alemania.
Roberto Flores Rodríguez
Parece un pequeño fragmento del libro Los Secretos de la Capilla Sixtina.