Varios de los líderes nacionales de la Argentina fueron masones, desde San Martín a Rivadavia, desde Mitre a Sarmiento, y desde Irigoyen a Perón.
Pero así como Perón fue el primer político argentino en dar una vuelta de tuerca a nuestra historia y economía al liberarnos de la deuda externa en su primer gobierno, y en encabezar “el primer gran movimiento popular argentino… en que la totalidad de un pueblo se levantó contra la oligarquía” como dijo Julio Cortázar.
“Es menester tener buena memoria porque si no, se llega a perder hasta el derecho a lamentarse. Es preciso que nosotros comencemos a llamar las cosas por su nombre… Latinoamérica comienza recién a despertar de la macabra pesadilla del entreguismo que viene azotándola desde, hace más de un siglo. Sin embargo, en los cinco Continentes, la lucha es tanto interna como internacional: los pueblos que intuyen ya su liberación se enfrentan con las fuerzas de ocupación y sus gobiernos entregados; los países comienzan a hacerlo contra los imperialismos dominantes. Esta es la verdadera guerra de nuestros tiempos.”
Juan Domingo Perón
La supuesta iniciación de Perón por Licio Gelli
Juan Domingo Perón se inclinó hacia el Gran Maestre, quien lo esperaba con el martillo de plata, el mandil en la cintura y la banda ceremonial ilustrada con el símbolo masón del compás y la escuadra.
Cuando su boca estuvo cerca de la oreja de Licio Gelli, Perón separó suavemente los labios y le susurró al oído. Nadie los escuchó. El pasaje de secretos era la forma de ser aceptado. En Madrid, el jefe del peronismo atravesaba la ceremonia iniciática que le concedería el Grado 33 del Rito Escocés y lo convertiría en integrante del Consejo Supremo de la famosa logia Propaganda Due (P2).
La voz de Licio Gelli llega del otro lado de la línea telefónica, desde su residencia de Villa Wanda, en la ciudad de Arezzo, Italia. Suena avejentado, pero todo permanece en su mente como una sucesión de diapositivas: sus recuerdos sobre la Argentina, la forma en que conoció a Perón, el modo en que esparció su influencia sobre el tercer gobierno justicialista a través de la P2, sus acuerdos con la dictadura militar, sus años como prófugo de la justicia europea en el Río de la Plata.
“Perón era masón, yo lo inicié en Madrid, en Puerta de Hierro, en junio de 1973”, reafirma cuando se le pregunta sobre el acto por el que convirtió al jefe del justicialismo en miembro de la masonería.
—¿Cómo fue la ceremonia? —Fue una ceremonia simple. No era difícil. Era un rito llamado al «Orecchio del maestro» (al oído del maestro). Gelli no titubea sobre los recuerdos de cuatro décadas atrás, a pesar de sus 89 años de edad. Pocos personajes en el mundo fueron vinculados a una cantidad semejante de conspiraciones como las atribuidas al capo de la P2.
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