Homenaje a Cristóbal de Lora, asesinado por la intolerancia en 1936
Hace 83 años, el 16 de agosto de 1936, era asesinado en Ceuta, a la edad de 39 años Cristóbal de Lora Castañeda, capitán de Infantería y masón.
Dejaba esposa, Carmen Benaim, y dos hijos: Diego, de 18 meses y Antonia de 2 meses, que crecieron cerca de una madre coraje nunca vencida ni por la adversidad ni por la venganza, que hizo revivir en ellos el bagaje humanista de su marido.
La MEMORIA HISTÓRICA, no es venganza, significa tan sólo Justicia y Verdad, de manera que nunca más los seres humanos sean asesinados por sus ideas; que la confrontación de éstas se desarrolle en el terreno del diálogo y el debate, de manera civilizada y sin fanatismos.
Cristóbal de Lora: Su hijo Diego en un artículo publicado en la web de la Logia de Investigación “Redención nº 167”
Cristóbal de Lora
Nació en San Fernando (Cádiz) el 8 de julio de 1896. Iniciado en la Logia Redención nº 2 de la Gran Logia Española en Barcelona, en febrero de 1929, su devoción, su entrega incondicional a la Masonería, la brillantez de su persona lo hicieron apreciar de todos sus Hermanos y de las más altas autoridades del país, que lo tenían en particular consideración.
Llegó a ser elegido Gran Maestro, pero las circunstancias singulares que vivía la Masonería española a partir de 1933 no le permitireron hacer prosperar sus ideas “moderantistas”.
Era Capitán de Infantería retirado (Ley Azaña). Su hoja de servicios durante el periodo de su actividad militar relata heroicas epopeyas. Tras ser detenido -el 17 de julio- por ser Masón y encarcelado en la fortaleza del Monte Hacho, en Ceuta, fue asesinado por un grupo de falangistas el 16 de agosto de 1936. En la fosa común donde yace con centenares de mártires, el Alto Mando del Ejército hizo instalar, en el lugar donde se localizó su cuerpo, unas cadenas en forma hexagonal y dirigió a su viuda una carta en la cual expresaba el pésame de sus hermanos de armas…
A continuación insertamos una de sus Planchas: «La virtud del silencio»,que hemos extraído de la importante documentación obtenida de los Archivos de Salamanca.
Esta Plancha fue leída en su Logia de Tetuán, en el grado de Aprendiz. Entre renglones, en uno de sus párrafos, se dirige, con esa cortesía que le caracterizaba, a unos HH.·. que se creían autorizados a inmiscuirse en su vida privada para desestabilizarlo, al haberse quejado a ellos la persona que había vivido con él algunos años y de la cual decidió separarse al encontrar la que sería una rayo de sol en su vida…mi Madre y su esposa por la eternidad…
Les dejamos apreciar este regalo que nos hace, a través del espacio y el tiempo, un H.·. que nos confirma, más que nunca, en nuestra voluntad de ser Masones.
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