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Entrevista al QH Guillermo de Miguel Amieva


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Masonic Vip Club presenta:

“Diez minutos con Guillermo de Miguel Amieva”

Por Mar Campillo “Outsiders”

Zaragoza, Llanes, Alar del Rey, Palencia, Castellón… su intensa vida literaria y periodística se ha cultivado en todas estas tierras, tan diferentes como lo son los géneros literarios que abarca la obra de Guillermo de Miguel Amieva.

Letrado de profesión, en su dilatada trayectoria como autor, despliega el ensayo como género discursivo e intelectual. 

Nos encontramos con Guillermo, tras la presentación de su último libro –“Viajes secretos con mis hijas y otros que no lo son” – en una céntrica librería de Barcelona. Sus gafas de montura fina evocan a los intelectuales de ayer y hoy. Él es una presencia; todo comienza a suceder cuando habla. En persona y en la página es una voz literaria valiente y libre.

Su obra crea un mosaico alegórico de historias sucedidas, que tal vez puedan destilarse en una ola del Cantábrico.

MVC: Creciste rodeado por el mar, una infancia única en la hermosa Llanes. Este escenario lírico surge dentro de sus novelas, y me preguntaba si podrías hablar sobre tus primeros años de vida y su relación con tu trabajo.

GMA: Mi infancia y juventud intercalaba la meseta con el mar Cantábrico, y he vivido en diferentes ciudades y provincias del país, pero, además, todos mis antepasados fueron de algún modo itinerantes, viajeros desde el siglo XIX, emigrantes algunos en Cuba o Guinea Ecuatorial. Creo que el viaje, en su sentido más profundo está grabado en mi código genético. Cualquier miembro de mi familia, en algún momento del tiempo, ha sentido o ha tenido la necesidad de viajar. Asturias ha alimentado mi capacidad de evocación ensoñadora porque su paisaje repliega entre montaña y mar un auténtico mundo que hay que descifrar, pero la meseta creo que me ha enseñado la austeridad del lenguaje, la síntesis de lo que es necesario decir y lo que se debe silenciar.

MVC: Más tarde, te licenciaste en Derecho. ¿Cómo crees que tu formación configura la forma en que creas tus obras?

GMA: Los entendidos dicen que del derecho nacen muchos escritores, incluso se dice que la exposición de motivos de la ley de enjuiciamiento criminal escrita por el jurista Alonso Martínez, que data del siglo XIX, es uno de los mejores textos escritos en castellano. No sé si nacerán muchas personas justas, pero desde luego desde estudiantes, los juristas leemos mucho, tenemos una relación con la literatura, y también solemos escribir. Una demanda es un pequeño relato en el que le cuentas al juez un pasado injusto que se debe recomponer, resultando que tu relación como abogado con la narración de la vida injusta, los sufrimientos y los conflictos que han tenido otros, resulta cotidiana.

Por otra parte, los juristas tenemos también una estrecha relación con el ritual. De hecho las leyes procesales, llamadas en el foro leyes rituarias, me ha acostumbrado al ritual, el cual, como es obvio, he disfrutado mucho en las tenidas.

MVC: ¿Qué autores crees que han influido en tu escritura?

GMA: Diría que unos cuantos, desde el Hemingway ensoñador de mi juventud, el Herman Hesse profundo que me aconsejara leer mi abuelo (Siddarta), pero indudablemente Cervantes (¿quién no ha leído el Quijote) y Shakespeare (Hamlet, o sus sonetos), también Lorca o el mismo Octavio Paz, ensayista y poeta magnífico (El mono gramático), o ¿cómo no?, ¿qué español intelectualmente curioso ha dejado de leer a Ortega y Gasset?. De Camilo José Cela, me gustaba su literatura, pero no así su personalidad. Y por supuesto, los autores hermanos, como Kipling, Antonio Machado, Dumas, Oscar Wilde, etcétera.

MVC: ¿Tienes algún espacio interior para el placer culpable? ¿Te gustan las imágenes de mapaches con pantalones o las cabezas de gatos retocadas con Photoshop?

GMA: El placer se hace culpable cuando no es responsable o cuando abandonas alguna responsabilidad importante, pero el hedonismo tiene un sitio y una ubicuidad concreta en nuestra sociedad. El placer representa el oasis existencial, el claro del bosque desde el que podemos curar nuestras heridas. No creo en la culpabilidad del todo, pero sí en la responsabilidad. Los límites éticos los marca, casi siempre, el código penal, pero los vicios ocultos, dentro de la ley, también están bien… ¿no?

No sé si Mapaches, pero una vez le puse mandiles de maestro y aprendiz a una manada de elefantes. Sin duda, El Libro de la Jungla del hermano Rudyard Kipling, está muy presente en nuestro imaginario colectivo, y, en el mio, muy particularmente además después de escribir La Iniciación de Mowgli.

MVC: Dime algo que creas que a la gente le sorprendería saber sobre ti.

GMA: Que soy bastante tranquilo y sencillo en la intimidad. Aunque he desarrollado cierta complejidad creativa e intelectual, mi esencia no es compleja. Puedo disfrutar de lo mínimo y adoro a la gente sencilla. A veces me recreo imaginando que soy una de esas típicas señoras que riegan sus geranios en bata, y entonces, viajando mentalmente ahí, me relajo.

MVC: Como dices que no existe la vergüenza en tu vida, ¿Te parece bien que continuemos la entrevista grabándola con cámara de video?

GMA: ¡Adelante, querida hermana!

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