Mariano Moreno. Columna de la Democracia Argentina
Por Ricardo Romero/Centro de estudios masónicos
“…mis discursos no llevan otro fin que excitar
los de aquellos que poseen grandes conocimientos…”
Mariano Moreno. Sobre las miras del Congreso, 1810.
A 200 años de la muerte de Mariano Moreno, sus palabras siguen alentando a reflexionar sobre la polÃtica y la nación. Por que este joven jacobino entregó su vida a un proyecto de paÃs, que junto a otros masones, como Manuel Belgrano o Juan José Castelli, se constituyó en una columna fundamental de la Democracia Argentina.
Erróneamente te atribuye a Mariano Moreno una corta vida polÃtica, sin embargo, sus reflexiones y compromiso con los temas sociales van desde su defensa de los derechos de los indios hasta su renuncia a los honores y el retiro del gobierno. Siendo uno de los primeros intelectuales que aporta al pensamiento polÃtico de nuestro paÃs.
Cuenta con una nutrida producción teórica, que comienza con su “Disertación JurÃdica. Sobre el servicio personal de los indios en general (1802)” donde se pone de manifiesto su compromiso polÃtico por la igualdad desde su formación en la Universidad de Chuquisaca, donde conoció las bases de la ilustración.
A su regreso al paÃs, en la descripción que realiza “Sobre la invasión de Buenos Ayres por las armas inglesas (1806) y los reclamos de “Representación de los Hacendados (1809)”, donde propone, entre otras cosas, la liberalización del comercio y una nueva responsabilidad fiscal, subyace la necesidad de independizarse del gobierno de España y constituir una República, por lo que puede percibirse un temprano y fuerte involucramiento en la polÃtica de su época.
En “Sobre las miras del Congreso” se puede apreciar que Moreno tenÃa un proyecto de paÃs, donde la base fundamental de la formación del Estado residÃa en la redacción de una constitución. Pero ese Estado no podÃa darse de cualquier modo, debÃa seguir los principios de la igualdad, tal como lo expone en el “Prólogo al Contrato Social”.
El nuevo gobierno debÃa tener como principio de gestión la publicidad de sus acciones, para lo cual funda “La Gaceta de Buenos Ayres” y fija un compromiso de los gobernantes con la ciudadanÃa a través de la “Jura de la Junta Provisoria”.
Una ciudadanÃa que tiene que ser activa a través de la educación y cultura, tal como lo sostiene en la “Fundación de la Biblioteca de Buenos Aires”. Además, propicia la pluralidad de pensamiento, cuando escribe “Sobre la libertad de escribir” y la igualdad de todos/as cuando firma la “Supresión de los honores del Presidente”.
Llevar adelante esta construcción requerÃa garantizar la independencia del territorio, para lo cuál presenta una estrategia a través del “Plan de Operaciones” y sostiene una dura decisión para garantizar el avance de la revolución, algo que explica en el “Manifiesto de la Junta sobre el fusilamiento de Liniers y sus cómplices”.
Tras su renuncia, Mariano Moreno se embarcarÃa hacia una misión diplomática a Gran Bretaña. Pero el 4 de marzo, morÃa en alta mar a bordo de la Fragata inglesa “Fame”, producto de una dosis letal de ácido tartárico suministrada por el capitán Bathurst Walte. Su cuerpo fue arrojado a las aguas, a unos kilómetros de la costa de Brasil, cerca de la isla de Santa Catarina, hoy muy visitada por los argentinos.
Junto a figuras como Manuel Belgrano, Bernardo de Monteagudo, Juan José Castelli o Mariquita Sánchez de Thompson; las ideas de Moreno revindicaban una Democracia en plena igualdad de sus miembros, es mas, el concepto de participación esta presente en su visión, cuando sostenÃa que “El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar a que nunca puedan obrar mal”.
Además, Mariano Moreno impulsaba una formación emancipatoria, que dote a la ciudadanÃa de la capacidad crÃtica ante al poder. Expresa esta visión ese Quijote andante representado por Tato Bores que recitaba su frase: “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranÃa”.
Un hecho simbólico fue que oficialismo y oposición le rindió homenaje el 23 de septiembre pasado; pero si bien cada ciudad tiene su calle, plaza o escuela con el nombre Mariano Moreno, lo mejor que le puede pasar a la polÃtica argentina no es recordarlo en placas o afiches, sino poner en práctica su viceral lucha por la democracia., ése es el mejor tributo.
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